Un dolmen, que en bretón quiere decir mesa
grande de piedra, es una construcción megalítica consistente por
lo general en varias losas (ortostatos) hincadas en la tierra en posición
vertical y una losa de cubierta apoyada sobre ellas en posición horizontal. El
conjunto conforma una cámara y está rodeado en muchos casos por un montón de
tierra de sujeción o piedras que cubren en parte las losas verticales, formando
una colina artificial túmulo, distinguible como marca funeraria.
Estas estructuras se dan en Europa
Occidental, sobre todo en la franja atlántica, y fueron construidas
durante el Neolítico final y el Calcolítico.
Los modelos sencillos de dólmenes consisten en dos o más piedras
verticales y encima una horizontal, ejercicio de destreza constructiva
monumental sin par. Generalmente se acompaña de otras piedras en los
alrededores de grandes dimensiones
Cuando al dolmen se le añade un pasillo
que lo conecta con el exterior se le llama tumba de corredor.
Algunos presentan grabados.
Su tamaño varía, desde pequeñas rocas que sólo se distinguen
de otras piedras por formar parte de alineamientos
Eran, como otros monumentos similares de la época,
construcciones funerarias. A sus pies suelen
hallarse tumbas con restos o cenizas de
difuntos, cerámicas, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario