miércoles, 6 de febrero de 2013

l´croissant

Uno de los mejores inventos de la repostería ha sido sin duda el delicioso croissant cuya variedad es inmensa, pero el auténtico croissant es el francés. Crujiente por fuera y tierno por dentro, que combina tan bien con el café como el jugo de naranja, un placer para el paladar. El mejor croissant dicen los gourmet lo hacen en París, como era de esperarPero la historia del croissant es muy curiosa, para empezar es una creación de los reposteros vieneses y los franceses más listos rápidamente se la hicieron suya.  Croissant es un pastelillo conocido popularmente como cruasán. En el siglo XVI, para celebrar la derrota de los Otomanos (turcos o persas), los vieneses hicieron un pastelillo conmemorativo en forma de luna creciente (la luna creciente, en francés lune croissant), blanca sobre fondo rojo era la bandera de los derrotados.
El croissant también es conocido como "medialuna".

Ingredientes Masa:

  • 1 kilo de harina
  • 120 gramos de azúcar
  • 20 gramos de sal
  • 470 centímetros cúbicos de agua
  • 100 gramos de manteca
  • 1 huevo
  • 60 gramos de levadura en pasta

Ingredientes Empaste:

  • 400 gramos de manteca

Procedimiento:

Formar 1 pan con los 400 gramos de manteca. Reservar en la heladera.
Con los ingredientes de la masa formar una masa suave y bien amasada. Dejar descansar 1 hora y luego llevar 3 ó 4 horas a la heladera.
Luego del descanso estirar la masa en forma rectangular.
Estirar con un palote el pan de manteca poniéndolo entre dos nylon dándole forma rectangular del tamaño de la tercera parte del rectángulo de masa.
Retirar el nylon y colocarlo en el primer tercio del rectángulo de masa, hacer un repulgue para que no salga la manteca al estirarlo. Doblar la masa en 3 (vuelta simple). Y ponerla en el refrigerador  envuelta en nylon. Repetir esta operación 3 veces, siempre doblando en 3, colocándola en el refrigerador 30 minutos entre cada vuelta.
Una vez terminado el proceso estirar la masa, marcarla en triángulos. Tomar cada uno, hacer un corte en la base, y arrollar desde la parte más gruesa a la punta, presionando solo los extremos, no el centro al darle forma.
Poner sobre chapa limpia y hornear de 12 a 15 minutos a una temperatura de 240º.
Vale la pena el trabajo porque quedan deliciosos.

 Bon appétit!!

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